1) La situación de la revistas culturales, no sólo literarias, en México es extremadamente complicada y difícil, ¿qué fue lo que te impulsó a incursionar en este campo?
Tal vez que, como lector, la primera dificultad que encontraba era no tener una revista que me gustara leer: soy amante de los textos breves y no hay una publicación que le conceda la importancia que merece. Ahora, no quería hacer una reedición de la revista de Edmundo Valadés, El cuento, sino una revista con más relieves, en términos de los géneros que admite, por eso le he pedido a los colaboradores que también envíen poemas y crónicas.
2) Las características de El perro son muy particulares, ¿podrías describirlas y explicar las razones de tal formato?
Es una revista de puras letras, literal y metafóricamente, no hay más imágenes que las que las palabras generen en la mente del lector y las que las líneas y los párrafos construyan en la página. Aunque Enrique Garnica, el diseñador, y yo hemos jugado un poco con el diseño, no hemos querido hacer con los tamaños y los tipos de letra nada que no nos pidan los textos.
3) ¿Qué hay detrás del nombre de la revista?
No hubo en principio ninguna intertextualidad ni declaración de principios, sólo quería darle un nombre arbitrario a la revista, que no tuviera relación clara con sus contenidos. Pero luego, a fuerza de estar respondiendo a esta pregunta, he ido encontrando algunas motivaciones que pudieron haber estado detrás de mi decisión de nombrarla así: para darle el nombre de un ente vivo, y específicamente de uno que gusta de deambular. Además, el perro que escogimos para el logo es uno campechano e impertinente.
4) En poco tiempo han aparecido publicaciones más interesadas en el texto que en la imagen, tales como Eñe y Cuadernos Salmón, ¿a qué atribuyes esta tendencia?
No puedo asegurarlo, pero sospecho que en parte es una reacción a la predominancia de la imagen en nuestra vida cotidiana, inclusive en las revistas culturales, en las cuales frecuentemente es más importante el diseño “amigable” que los contenidos.
5) En El perro colaboran escritores de varias partes de Latinoamérica, ¿cómo se dio este flujo de material?
La mayoría son personas a las que he conocido en los diversos lugares donde he trabajado o estado de viaje, y cuya escritura conozco y me gusta; pero a partir de ellos se ha ido formando una red a través de la cual nos vamos acercando los textos de unos y otros. Hay mucha gente escribiendo bien en español, mucha más de la que los nombres subrayados por las grandes editoriales nos permiten ver.
6) En general hay textos procedentes de distintos lugares, ¿te interesaba crear una publicación sin un asentamiento geográfico establecido, en una revista que no tenga un centro evidente?
Sí, claro. Hay una mayoría de escritores mexicanos, pero una cosa que me importaba mucho es que el perro fuera un espacio donde pudieran explayarse las diversas texturas de la lengua y donde pudieran verse las diversas maneras en que escritores de todo el continente cuestionan y reinventan las reglas del español.
7) ¿Cuáles son tu expectativas para con El perro? ¿Estás convencido de que existe gente interesada principalmente en la literatura y que no espere encontrar periodismo?
No tengo expectativas de que sea una publicación masiva, pero sé que hay un público que puede gustar de una publicación exclusivamente literaria, y que está dispuesto a apostar por ella, entre otras cosas, porque es una publicación que depende exclusivamente de los lectores: no tiene publicidad. Por supuesto, es un riesgo, pero haremos todos los números que sea posible.
8) Quizá el vínculo periodístico único sería con la crónica de viaje, ¿qué es lo que te interesa de este género?
Tenemos en América Latina espléndidos escritores que han comenzado en el periodismo, como García Márquez, o que hicieron su carrera literaria desde el periodismo, como Rodolfo Walsh. La crónica me interesaba porque, si bien obedece a la necesidad de recrear una parte de nuestra realidad, no está sujeta a la dictadura de la noticia de última hora, no sufre la cualidad efímera de los textos en un periódico diario, son narraciones hechas para resistir el paso del tiempo.
9) ¿Consideras que en México se publica demasiado o hay escasez de espacios?
No, no creo que se publique demasiado, creo que hay muy pocos lectores. A veces parece que se publica mucho pero eso obedece a que hay muchas iniciativas personales o de grupo, publicaciones hechas por amor al arte pero con tirajes pequeñísimos. La escasez de espacios, o su fragilidad, en todo caso, depende de las tremendas dificultades que supone la distribución (un verdadero vía crucis de falta de profesionalismo y de desprecio por los proyectos independientes) y del desinterés del gobierno y de las empresas de comunicación por formar lectores críticos.
10) ¿A que se debe que le des prioridad a la edición física de las revista y que no contemples el desarrollo de un página web?
Sí vamos a hacer una página web, pero no quería hacerla sino hasta que la revista estuviera lista físicamente y hasta tener el segundo número listo. Esto se debe a que la revista está pensada no como una colección de cuentos que puede estar en cualquier espacio, sino como un objeto, una cosa hecha de letras. La página web, en todo caso, tendrá que ser fiel a ese principio.
11) ¿Radicar fuera de México que proporciona sana distancia para evaluar lo que se está escribiendo y tener claro que es lo que te interesa publicar y lo que no?
No, no diría eso; aunque es cierto que estar viviendo fuera me ha hecho estar al margen de las “discusiones literarias”, ya se trate de crítica o de liso y disfrutable chisme, siempre he tratado de leer las novedades hasta que dejan de serlo, es decir, hasta que alguien en cuyo gusto confío me recomienda el libro. Lo que sí me ha permitido estar fuera es entrar en contacto con los círculos literarios de otros países (tan parecidos a los nuestros en sus envidias pero también en su capacidad de supervivencia a pesar de las dificultades para darse a conocer) y así poder conocer lo que otros están escribiendo. Espero que eso se refleje en la revista.